lunes, 16 de mayo de 2011

En Pereira sí hay gente trabajadora



Por: Miguel Ángel Góngora y Juan Felipe Orozco

Pereira es una de las principales ciudades de Colombia, capital del departamento de Risaralda, una ciudad como dirían muchos por ahí “echada pa’ lante”, su gente es alegre y comprometida en su trabajo, con ánimo de cumplir todas sus metas, esforzándose por lograr lo que se propones, desde la mañana hasta la noche.
Una mañana en Pereira es tranquila, sus calles son poco transitadas y sin mucho movimiento que observar; los centros comerciales abren sus puertas a media mañana e ingresa la poca gente que ronda cerca de ellos; por ejemplo, en uno de los centros mas significativos para Pereira, el Centro Comercial Ciudad Victoria, las personas llegan a sus locales, abren y preparan todo para atender al flujo constante de personas que se incrementa en las horas de la tarde
. “Pereira ha crecido mucho últimamente, se ha vuelto más bonita y más prospera, aunque la economía y las oportunidades no han mejorado mucho, ya hay más opciones de empleo gracias a los nuevos proyectos que la alcaldía ha desarrollado, como el centro comercial Flamingo y el Parque Arboleda”. Esta es la opinión de la persona que trabaja en el punto de información de Ciudad Victoria. Así como ella lo dice, la ciudad crece cada vez más, no sólo en población, sino en edificaciones, barrios y conjuntos cerrados. “La gente de Pereira es pujante, echada pa’ lante, hace que el comercio se mueva, no sólo en Pereira, también en otros lados y llega mucha gente a visitar y comprar lo que la ciudad les ofrece. A unos pasos de Ciudad Victoria se encuentra el Éxito, un almacén por departamentos que depositó también su confianza en la ciudad y se vino a invertir en ella, instalando varios puntos de atención, con una gran variedad de ofertas y promociones para toda la familia, razón por la cual e observa en el sector un gran movimiento, ya que los centros comerciales, ubicados en el centro de la ciudad generan otras ofertas de servicios lo cual favorece el comercio de innumerables productos dentro y fuera de ellos. Un atractivo que hace parte de las cualidades más significativas de la Perla del Otún.
“…como para que vean que no todo es consumo y rumba, se construyó, con una arquitectura barroca y sombría, el Centro Cultural Lucy Tejada que alberga la Biblioteca Pública, el teatro, auditorio, sala de exposiciones, entre otros. Hay otras áreas en las que se proyecta construir todavía más, nos comentaba la docente Inés Emilia Rodríguez.”
Pereira es una ciudad receptora de migrantes, a ella llega gente de otros lados que ayuda a que la economía sea ágil. “La ciudad con el paso del tiempo se ha ido limpiando, aunque la parte fea de Pereira no se ha acabado, simplemente se movió y se dispersó a otros lugares, pero ha disminuido. Su estética ha mejorado, la seguridad aumenta, aunque a comparación con otras ciudades, Pereira dejó de ser un pueblo más de Colombia y se está convirtiendo en una ciudad desarrollada, todavía falta, pero va por buen camino”. Así como lo dijo la señorita de turno en la recepción del parqueadero de Ciudad Victoria, cada vez que pasan los años y se establecen nuevos proyectos de infraestructura, ha borrado del mapa poco a poco las basuras y la suciedad que provocaban los animales carroñeros y las personas.
Hoy en día se han multiplicado los centros comerciales en la ciudad, aunque la gente selecciona los que visita de acuerdo con sus gustos y necesidades. El Centro Comercial Pereira Plaza, uno de los primeros centros comerciales que tuvo la ciudad. Llegó a ser uno de los más concurridos por sus atracciones y servicios, lugar de reunión de jóvenes y adultos; pero con las grandes superficies, como Alkosto, Homecenter y Unicentro, el panorama cambió. Esto dijo la dueña de un local ubicado en este centro comercial: “Yo adoro al Pereira Plaza, uno de los mejores sitios de la ciudad; aunque construyeron más lugares donde la gente puede ir, no dejan de venir aquí, la gente se dividió según sus gustos, por ejemplo, aquí viene la gente adulta y cuando vienen, es a comprar, no sólo a pasear”. Es decir, así como para El Victoria hay jóvenes que van de paso, a divertirse y a vitriniar mas que a compras, para el Pereira Plaza hay personas mayores, de una clase social diferente puesto que no sólo se dedican a mirar detrás de los vidrios de los locales, sino que la mayoría de las veces van con un solo objetivo, “comprar”. ¿Pero estas personas son los que ayudan al crecimiento de Pereira? Y sí, en el sentido de que al consumir productos mueven la economía, y no ya que la ausencia de eventos culturales dentro de estos centros comerciales impide que muchas más personas se acerquen a ellos, no sólo para consumir productos, sino también para disfrutar de espectáculos de diferente índole. Esta realización de estos eventos podría atraer más público, más compradores, y contribuiría a complementar la casa amable de la ciudad.
A pesar de lo anteriormente dicho, Pereira sigue siendo un pueblo, gracias a la forma de ser de sus habitantes, relajados y sociables; a pesar de sus mega construcciones de ciudad desarrollada, todavía se ven personas en los parques compartiendo con sus amigos o amigas, gente que se encuentra en la calle y se saluda de mano, a veces hasta de un abrazo cariñoso. Al respecto comenta Inés Emilia Rodríguez en su texto, Pereira un pueblo con aspiraciones de metrópoli: “Ellos, en conclusión, son algunos aspectos que corroboran el inusitado crecimiento de una ciudad de provincia colombiana donde se evidencia aún la mentalidad pueblerina de su gente, pues por ejemplo, es común  salir al centro de la ciudad encontrarse en sus calles con el amigo, el vecino, el familiar… O en los centros comerciales, en los bares y discotecas, con los que un día fueron o son todavía compañeros de universidad, de colegio, o de trabajo. No como sucede en las grandes ciudades del mundo, donde la muchedumbre va por la calle raramente se reconoce el uno al otro, donde no se tiene idea de quién es el vecino”.
En concusión, Pereira es Pereira, y lejos de ser este un aspecto negativo, se convierte en una de las mejores características de la ciudad: la alegría de su gente, el trato amable y el calor humano que se respira por doquier, hace que uno pueda decir que es muy bueno que ésta sea una ciudad comercial, donde se encuentra de toso y para todos, pero que su mayor orgullo ¡es su gente!

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